Ella lloraba silente en su habitación, disfrazaba sus penas con esa sonrisa fingida... Esa sonrisa que tantos estúpidos le piropeaban, solo con la única intención de meterse dentro de sus pantalones.
Ella coqueta al fin, jugaba con ellos, les hacia creer que algún día podrían llegar a sentir el sabor de su piel desnuda, que algún día podrían sentir el sabor de sus labios, seguía sonriendo y cuando menos lo esperaban con su lengua viperina los hacía sentir los hombres mas estúpidos sobre la faz de la tierra.
Ella que antes era una niña ingenua y dulce, ahora era una mujer inteligente y vengativa... pero no se venga de sus pasados verdugos, se venga de los futuros, esos que ni se imaginan el remolino de pasión que hay escondido detrás de sus buenos modales y su tan aclamada sonrisa, que es solo una desesperada forma de ser fuerte como la piedra cuando es mas frágil que un papel.
Usualmente, cuando algún "caballero" intenta abordarla en un lugar público de esos que frecuenta con sus amigas, la escena luce algo así:
"Cuatro mujeres sentadas en su café favorito, disfrutando de ese pecaminoso elixir llamado alcohol, intentando ahogar todas esas lagrimas amargas derramadas en el pasado e intentando sanar las heridas que fingen no tener, llega el camarero, ese de confianza que siempre las recibe con agrado y la conoce por su nombre...
—"Fulana" les han enviado estos tragos de parte del caballero en aquella mesa.
Ella se ríe y le dice con esa gran sonrisa
—Dile gracias, pero que no gracias.
El camarero que sabe que es lo que ella diría porque ya lo ha hecho otras veces le da la noticia que le cae como un golpe bajo al ego de ese hombre que seguro pensaba "algo se me pega hoy"
El muy osado, se para de su mesa y se acerca a nuestra chica con cara de ángel, esa cara que confunde al enemigo, y la aborda de la siguiente manera:
—Hola me llamo Erick
—Hola Erick, y allí le muestra esa sonrisa que tanto confunde.
— ¿Por qué no aceptaron los tragos?
—Porque ya teníamos los nuestros, aunque gracias fue un gesto muy amable, pase buenas noches.
—Igual ustedes, por cierto no escuche tu nombre...
—No, no fue que no lo escuchaste, simplemente no lo dije; buenas noches Erick.
Y así se aleja lo que quizás pudo haber sido un gran prospecto, pero que ella solo veía como otro idiota que la usaría y luego como un trapo viejo la desecharía.
Sus amigas, se ríen y al mismo tiempo le recriminan...
—Se veía bien, no entiendo tu reacción,
—Hubiese sido un trago gratis... dice la otra.
—No me interesan tragos gratis, gano lo suficiente para pagar los míos... Yo me entiendo.”
La realidad, no entiende nada, solo cobardemente se aleja, sigue anhelando conocer a ese hombre, con quien pueda salir, conversar, reírse, que no la ate pero que al mismo tiempo la enloquezca, que con sus caricias la lleve al mas dulce estado de éxtasis y que sea un hombre maduro, que le de su espacio, con personalidad y seguridad suficiente... Pero como lo hara si no les da oportunidad a ninguno, pues las pocas veces que lo ha hecho, siempre elige al equivocado.
Sabe que busca un imposible, pero en tiempos de ocio piensa... Aspira a poco y llegaras a nada, aspira a mucho y llegaras a algo... Aspira a todo y obtendrás lo que quieres! Y lo que ella quiere en realidad es ese hombre soñado que alguna vez penso encontrar pero que fue solo una ilusión
Y así viene otro día, se pone linda, provocativa, seduce con dulces sonrisas y ahuyenta con crueles palabras...
Allá va de nuevo a castigar a quien ose querer probar el dulce sabor de sus labios y la pecaminosa sensación de sus caricias prohibidas.
Ellos van de cacería, sin saber que son ellos la presa o en su defecto los cazadores frustrados que se van siempre con las manos vacías.
Ella coqueta al fin, jugaba con ellos, les hacia creer que algún día podrían llegar a sentir el sabor de su piel desnuda, que algún día podrían sentir el sabor de sus labios, seguía sonriendo y cuando menos lo esperaban con su lengua viperina los hacía sentir los hombres mas estúpidos sobre la faz de la tierra.
Ella que antes era una niña ingenua y dulce, ahora era una mujer inteligente y vengativa... pero no se venga de sus pasados verdugos, se venga de los futuros, esos que ni se imaginan el remolino de pasión que hay escondido detrás de sus buenos modales y su tan aclamada sonrisa, que es solo una desesperada forma de ser fuerte como la piedra cuando es mas frágil que un papel.
Usualmente, cuando algún "caballero" intenta abordarla en un lugar público de esos que frecuenta con sus amigas, la escena luce algo así:
"Cuatro mujeres sentadas en su café favorito, disfrutando de ese pecaminoso elixir llamado alcohol, intentando ahogar todas esas lagrimas amargas derramadas en el pasado e intentando sanar las heridas que fingen no tener, llega el camarero, ese de confianza que siempre las recibe con agrado y la conoce por su nombre...
—"Fulana" les han enviado estos tragos de parte del caballero en aquella mesa.
Ella se ríe y le dice con esa gran sonrisa
—Dile gracias, pero que no gracias.
El camarero que sabe que es lo que ella diría porque ya lo ha hecho otras veces le da la noticia que le cae como un golpe bajo al ego de ese hombre que seguro pensaba "algo se me pega hoy"
El muy osado, se para de su mesa y se acerca a nuestra chica con cara de ángel, esa cara que confunde al enemigo, y la aborda de la siguiente manera:
—Hola me llamo Erick
—Hola Erick, y allí le muestra esa sonrisa que tanto confunde.
— ¿Por qué no aceptaron los tragos?
—Porque ya teníamos los nuestros, aunque gracias fue un gesto muy amable, pase buenas noches.
—Igual ustedes, por cierto no escuche tu nombre...
—No, no fue que no lo escuchaste, simplemente no lo dije; buenas noches Erick.
Y así se aleja lo que quizás pudo haber sido un gran prospecto, pero que ella solo veía como otro idiota que la usaría y luego como un trapo viejo la desecharía.
Sus amigas, se ríen y al mismo tiempo le recriminan...
—Se veía bien, no entiendo tu reacción,
—Hubiese sido un trago gratis... dice la otra.
—No me interesan tragos gratis, gano lo suficiente para pagar los míos... Yo me entiendo.”
La realidad, no entiende nada, solo cobardemente se aleja, sigue anhelando conocer a ese hombre, con quien pueda salir, conversar, reírse, que no la ate pero que al mismo tiempo la enloquezca, que con sus caricias la lleve al mas dulce estado de éxtasis y que sea un hombre maduro, que le de su espacio, con personalidad y seguridad suficiente... Pero como lo hara si no les da oportunidad a ninguno, pues las pocas veces que lo ha hecho, siempre elige al equivocado.
Sabe que busca un imposible, pero en tiempos de ocio piensa... Aspira a poco y llegaras a nada, aspira a mucho y llegaras a algo... Aspira a todo y obtendrás lo que quieres! Y lo que ella quiere en realidad es ese hombre soñado que alguna vez penso encontrar pero que fue solo una ilusión
Y así viene otro día, se pone linda, provocativa, seduce con dulces sonrisas y ahuyenta con crueles palabras...
Allá va de nuevo a castigar a quien ose querer probar el dulce sabor de sus labios y la pecaminosa sensación de sus caricias prohibidas.
Ellos van de cacería, sin saber que son ellos la presa o en su defecto los cazadores frustrados que se van siempre con las manos vacías.
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