Como las olas, siempre chocando contra las piedras, así me siento cuando caigo nuevamente...
Eso me dijo cuanto se sentó conmigo y mis lagrimas al verle solo querían salir, no me salían las palabras solo lo veía, tan fuerte, tan él y quedo maravillada con su grandeza y fortaleza.
No me dijo palabras bonitas, no disfrazo sus ideas para que no dolieran, solo hablo, dijo lo que percibía de todo, pero cuando creía que como verdugo me condenaba a muerte, veía sus ojos y sabía que al mismo tiempo me daba redención.

Me dijo "mira como se van las olas por debajo, y luego regresan" me reí y dije "si, y no aprenden pues vuelven de nuevo a chocar con la misma piedra... es cierto me parezco a ellas, mira como se retiran cabizbajas" "cabizbajas no... contesto el, a bajo perfil y luego vienen con nuevas fuerzas y ese trayecto a bajo perfil para las olas pueden ser minutos u horas, para ti pueden significar una vida"

Siguió su discurso, un poco decepcionado pues aunque entendía perfectamente lo que decía, yo no estaba lista para poner en practica sus consejos, y quien soy yo para mentirle, si siento que me conoce mejor que yo misma y que con su mirada da luz a las sombras de mi alma.

Yo puedo ser como las olas, pero el… el es el viento que me ayuda a obtener nuevas fuerzas, el es la bendición mas grande de Dios.

2 comentarios:

Muy cierto. Me gusta.

Andy
;-p

Gracias! :)

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