Laberintos, Caminos y Rincones

Esta navidad tiene un aire diferente, quizas sea que los años me han caido encima y he perdido la inocencia propia de un niño.

Como extraño esos dias donde batallabamos contra el sueño para ver que me habia traido el niño Jesus, ya que no podiamos vencer el cansancio entonces madrugabamos para ver los juguetes debajo del arbol; aun recuerdo no entender porque tenia que dar dos de esas tres muñecas a mis primas (aunque fueran identicas mi logica me decia que si fueran para ellas no las dejaria en mi casa)

Anhelo los dias en familia, esas fiestas bullosas y todos hablando a la vez.

Siento que las navidades han perdido su magia y significado y ruego que los niños de esta epoca puedan disfrutar lo que yo vivi.

Veo a mis hermanos ya hombres con familia propia y por dentro quisiera que volvieramos a ser niños traviesos que discutian por quien se iba a sentar al lado de papi en la mesa.

Añoro tantos momentos y quisiera llorar por que he perdido la magia de creer en los reyes magos.

Mas confio en Dios que las proximas traeran su propia magia y rehuso el titulo de adulta si con el pierdo la ilusion. Me niego a seguir creciendo y me aferro a mi niña interna y al cerrar los ojos en este dia esperare que mañana en la mañana vuelva a ser la niña que aun vive en mi y que solo esta durmiendo.

Le deseo inocencia y pureza a esta nueva generacion y que puedan disfrutar de una niñez llena de magia, aventuras y milagros, una niñez como la que gracias a Dios yo vivi.

Esta Navidad me ha echo reflexionar y esta navidad la dejo ir con la esperanza de que otras mejores vendran.