El ser humano es complicado, la desesperación te hace muchas veces irte a lo extremo... pero lo extremo nunca debería ser dañar a tu prójimo.

Somos imagen y semejanza de Dios, debemos amar y orar por los que nos hieren, pero a veces me pregunto, si somos todos imagen y semejanza de Dios ¿Cómo es que ese otro que debe ser puro amor te puede hacer daño sin sentir remordimiento alguno?

"Estamos en tiempos difíciles" Solo Dios sabe cuantas veces he escuchado eso, pero por mas difícil que estén los tiempos ¿quién soy yo para herir a otro? y la mejor pregunta del mundo ¿quién se cree el otro para herirme a mi?

Temo al temor, temo no ser la misma, temo que las experiencias vividas me hagan más dura y frívola, temo dejar de creer en la bondad del ser humano...

Y cuando estoy a punto de sucumbir, cuando estoy a punto de dejar que el rencor me quite quizás la enseñanza mas bella que me dejo mi madre "nunca perder la fe en las personas" cuando recuerdo lo vulnerable y lo impotente que me he sentido y quiero ser egoísta y odiar al mundo, recuerdo que existen personas como el, que te da la mano, hace de psiquiatra, doctor e interpretador de sueños, ese que es hermano, amigo y consejero, roca para tiempos de pocas fuerzas y agua en tiempos de sequía.

Recuerdo que hay personas como ellas, que se toman los pleitos tuyos como de ellas y sacan las uñas a quien ose querer hacerte daño.

Hay personas como mi madre, que si pueden sacarse la comida de la boca para dársela al otro lo hace aun sin conocerla, personas como mi padre, que se preocupan mas que tu por tus inquietudes.

Entonces, respiro... levanto mi frente y oro por esas personas limitadas de mente y peor aun de corazón, que han perdido la fe en Dios y por eso te agreden.

No me han quebrado, y no han quebrado mi fe en la humanidad, solo me hacen sentir lastima, pues su miseria no consiste en lo material sino en lo espiritual.

Para ese tipo de personas valdré lo que tenga en mi cartera, pero eso es solo por lo miserables que son de corazón.

1 comentarios:

Wow, que bien. Hay que saber rodearse de gente buena, ya que lo malo nada bueno aporta. Recuerda que las manzanas podridas dañan las demás si cerca están.

Saludos. Me gustan mucho tus escritos.

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