Hoy no tengo nada optimista que escribir, pues esta terrible soledad me ahoga... Pero no es la típica soledad, si no la más extraña de todas, aquella en la que estas rodeada de personas y la vez tan sola.


Y mientras camino por mi desierto, no puedo evitar recordar a esa niña que conocí hace tanto tiempo, era un ángel, un bello ángel que creía podía cambiar el mundo, pero ahora esta irreconocible, no es ni la sombra de lo que fue; ella era tan feliz, mas hace tanto de eso que me cuestiono si fue cierto o solo me lo soñé.


Ese ángel del que hablo, hoy es solo un recuerdo, sus alas están rotas ya no puede volar, apenas y camina, su blanca y brillante vestimenta ahora esta llena de lodo, su sonrisa es fingida, su corazón sangra cada día; y ellos... sus verdugos, los que la pisotearon, humillaron y destruyeron, esos que le robaron su luz y quebraron sus alas hoy se lavan las manos y se atreven a juzgarla! ella no tiene fuerzas para defenderse.


Pobre ángel caído, que sufre en silencio y oculta su desdicha con su sonrisa, que sale a ahogar sus penas a sitios llenos de música y de ese extraño elixir llamado alcohol con el que se engaña ella misma.


Pero luego vuelve la soledad, vuelven los recuerdos, vuelven las humillaciones y las penas. Hoy lloro frente a su tumba, pues aunque sigue respirando es una muerta en vida. Lleva la peor de las cargas pues sufre sola y finge estar bien. De ángel ya no tiene ni la A. Todo es mentira, nunca mas volverá a su estado de pureza, pobre ángel caído, cuanto la he de extrañar.

1 comentarios:

Anda la porra

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