En lugares obscuros
donde la razon no reina,
dos corazones se encuentran
y sus labios se besan.

Caricias impertinentes
que sonrojarían al mas perverso,
dos niños juegan escondidos
a darse los mas dulces besos.

Él, con aire de madurez,
ella una niña intranquila.
Se miran, se besan, se abrazan
y nadie sabe de esta pasión prohibida.

Juegos de caricias,
niños traviesos.
Ella se olvida de todo,
cuando el la llena de besos.

Ella que nunca pensó
sentirse mujer de esa forma.
El la besa, ella se deja
y el resto del mundo solo estorba.

Niños traviesos
que juegan a escondidas,
pero en este juego divertido
nadie pierde la partida.

Pues así como el la acaricia,
ella responde con el mismo fuego.
Ambos niños quedan empate
y ambos se llenan de besos.

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